Por: Enya Arvanitakis / Anímate a escribir
El arte es más que algo que tiende a su perfección por medio de la práctica, es algo que mantiene vivo al ser humano y cuerdo ante las diferentes situaciones de la vida; ¿Quién no goza bailar con el corazón al ritmo de la música o perderse en la melodía de una pieza musical? ¿Quién goza llorar ante el público los sentimientos acallados en el corazón o crear mundos donde a la gente le gustaría vivir? El arte es también el escape del ser humano ante las situaciones reales que se viven día con día.
También es considerado un medio de comunicación social y no solo eso, también un medio económico. La situación que está viviendo la humanidad en estos momentos, ha sido un declive para las personas dedicadas al arte. La mayor parte de las veces, sus obras tienen que ser vistas de manera presencial, para poder ser apreciadas con el mayor esplendor de su trabajo. Sin embargo, ahora no es posible; actores actrices de comedia musical no podrán ser apremiados por sus obras, los músicos no serán aplaudidos por sus piezas, los bailarines no sentirán flores en sus manos por sus bailes.
Estas problemáticas económicas, de igual forma recaen en el estilo de vida de cada una de esas personas. La mayor parte no tendrá que despertarse antes de que los rayos del sol se asomen desde sus ventanas, para asistir a sus ensayos o tampoco tendrán que vocalizar antes de una presentación.
Esto presenta un gran impacto en sus vidas, a pesar de no ser un problema visible, existe latente en el corazón de los artistas y presenta un vacío en el mundo del arte.
Estos momentos nos han mostrado que para estar juntos y volver nuestra vida normal, debemos separarnos.
Parece un límite la cuarentena, pero tal vez sea una de nuestras mejores épocas, por más difícil o trillada que suene la idea; El aburrimiento es tema de conversación y el arte puede ser un medio para acallar el aburrimiento y dar paso a la creatividad y a la apreciación de este. No es la primera vez que sucede y no será la última.
Sin embargo, no es la primera vez que el ser humano se enfrenta a situaciones como esta. En la segunda mitad del siglo XIV, Europa se enfrentó a una de las más grandes pandemias que la humanidad ha enfrentado, la Peste Negra o la Peste Bubónica. Lo vivido durante este siglo, fue plasmado en pinturas, las cuales expresaban la realidad de la situación y los sentimientos de miedo, horror y desesperación, para así crear testimonio de lo vivido, un ejemplo claro de esto es la obra de Durero, titulada “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” la pintura muestra a cuatro hombres montados a caballo, representando el hambre, la guerra, la muerte y la pestilencia, cuatro de las situaciones más vistas durante esta época. La imagen muestra la brutalidad con la que las poblaciones mundiales eran arrasadas y refleja el miedo de la situación.

Durero (1468) “Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis” Recuperado de: https://images.app.goo.gl/hkQBLTV3HyHyWaKv5
Todo lo que sabemos hasta ahora, ha estado plasmado en paredes o pergaminos, donde el conocimiento parece ser ilimitado.
Los vestigios de lo que hemos vivido hasta ahora, quedarán plasmados en pinturas o en textos que expliquen la fragilidad de los seres humanos. En un futuro cuando las personas quieran saber qué sucedió, existirán fotos, pinturas, escritos o manifestaciones artísticas de otro tipo.
Antes mencionaba que posiblemente esta no es una época que marcará un límite en el arte, porque no es la época la que limita el arte, sino que nosotros quienes lo limitamos. El internet es una de las más grandes ventajas de nuestra generación, ya que el arte no solo se queda en un solo lugar, si no que tiene mayor alcance, mayor impacto en las vidas de las personas. Ahora no es momento de detenernos, es momento de inspirar y hacer que las personas no se sientan solas.
Hablando desde mi perspectiva, no he podido realizar mis actividades de comedia musical con normalidad, ya que esta disciplina requiere de montaje y para esto debemos de estar de forma presencial. Últimamente he estado practicando otras disciplinas y así ampliar un poco mi horizonte.
El arte no se deja de lado en estos tiempos, sino que permanece, tal vez cambie su forma de apreciarse, pero este no desaparece.
El arte también puede ser visto como esperanza, esperanza de poder reencontrarnos después de que todo esto acabe.
Antes de que comenzara la cuarentena, había perdido el gusto y la pasión por algo que solía alegrarme. Actualmente lo añoro y creo que estos tiempos me han hecho reflexionar en el impacto que tiene en mi vida. Estos días deben de servir como una forma de reflexión y de apreciación a lo que haces, para acercarte a lo que tu amas y disfrutas hacer, aprender a valorar a tu equipo de trabajo y el esfuerzo individual y colectivo de cada uno. No solo cambia la forma de apreciar de las personas hacia el arte, sino también de las personas que lo crean y lo comparten.
A pesar del distanciamiento y la privación presencial, el arte ha encontrado nuevas formas de ser compartido con los demás y de impactar a los demás, sin necesidad de estar presentes de forma física. Desde el ámbito económico, las personas que se dedican enteramente al arte (comedia musical y canto, en específico.) Están viviendo una situación complicada, la cual podría ser solucionada por medio de cursos, aunque esta no es una opción del todo viable.
En algún punto volveremos a la normalidad, pero algo en nuestro interior va a cambiar y seremos tocados por las imágenes de formas distintas a las anteriores. Algo en nuestro interior cambiará y nosotros también. Miraremos el pasado y veremos que pudimos salir adelante y veremos los vestigios del arte dejando huella en el mundo.
BIBLIOGRAFÍA.
Autor, S. (29 de mayo de 2020). The New York Times. Obtenido de The New York Times: https://www.nytimes.com/es/2020/03/27/espanol/opinion/arte-coronavirus.html
Vegas, M. L. (2020). Arte y peste: Desde el medievo al ochocientos, de la. En M. L. Vegas, Arte y peste: Desde el medievo al ochocientos, de la. Málaga: Universidad de Málaga.
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